Tengo la sensación que muchas veces cuando los creyentes tratamos el tema del "Tribunal de Cristo", suavizamos demasiado lo que puede llegar a ser para un creyente este juicio.
En el versículo del comienzo, habla del propósito de este "juicio de los creyente" como el proceso en el cual "cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.", y también lo califica como "necesario" e individual.
Esto nos indica que es mucho más serio de lo que muchos piensan. Algunos creyentes pueden pensar que es "un mero trámite" antes de estar con Dios para toda la eternidad, pero sin embargo, será una demostración del resultado de tu vida terrenal, sea bueno o sea malo.
Si lo contrastamos con la descripción del jucio a los apóstatas en Hebreos 10:27, a ellos les espera "una horrenda expectación de jucio" pero ¿Cómo se puede describir el juicio de un creyente donde todas "sus justicias" son enjuiciadas como "trapos de inmundia"? Eso creo que también puede ser calificado de una "horrenda expectación de jucio".
El tribunal de Cristo: una prueba de fuego.
Cuando ilustramos la tarea del tribunal de Cristo, usamos los versículos en 1ª Corintios 3:12-15, porque en ellos se incluyen los elementos que apareceran en este juicio:
- las obras (lo hecho mientras estaba en el cuerpo)
- la recompensa (lo recibido)
- el fuego (la manifestación de lo obrado: sea
bueno, o sea malo)
Ante esta ilustración muchos se consuelan con la frase: "él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo", y respiran tranquilos porque a pesar de su conducta en la tierra, lo peor que les puede suceder es "será salvo, aunque así como por fuego"
Pero, ¿Sabemos que es lo que significaría esto?
En el versículo del comienzo, habla del propósito de este "juicio de los creyente" como el proceso en el cual "cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.", y también lo califica como "necesario" e individual.
Esto nos indica que es mucho más serio de lo que muchos piensan. Algunos creyentes pueden pensar que es "un mero trámite" antes de estar con Dios para toda la eternidad, pero sin embargo, será una demostración del resultado de tu vida terrenal, sea bueno o sea malo.
Si lo contrastamos con la descripción del jucio a los apóstatas en Hebreos 10:27, a ellos les espera "una horrenda expectación de jucio" pero ¿Cómo se puede describir el juicio de un creyente donde todas "sus justicias" son enjuiciadas como "trapos de inmundia"? Eso creo que también puede ser calificado de una "horrenda expectación de jucio".
El tribunal de Cristo: una prueba de fuego.
Cuando ilustramos la tarea del tribunal de Cristo, usamos los versículos en 1ª Corintios 3:12-15, porque en ellos se incluyen los elementos que apareceran en este juicio:
- las obras (lo hecho mientras estaba en el cuerpo)
- la recompensa (lo recibido)
- el fuego (la manifestación de lo obrado: sea
bueno, o sea malo)
Ante esta ilustración muchos se consuelan con la frase: "él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo", y respiran tranquilos porque a pesar de su conducta en la tierra, lo peor que les puede suceder es "será salvo, aunque así como por fuego"
Pero, ¿Sabemos que es lo que significaría esto?
Las obras probadas por el fuego.
"Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca,..."
1ª Corintios 3:12
Al ser creyentes, comenzamos a "edificar" sobre nuestro nuevo fundamento que es Cristo. Este versículo nos muestra "obras" que nosotros podemos usar para edificar. En ellas encontramos dos tipos:
- Materiales nobles: oro, plata, piedras preciosas
- Materiales perecederos: madera, heno, hojarasca
Esta ilustración es muy gráfica porque muestra como objetos que a priori pudieran ser valiosos, ante el fuego (el juicio) se manifiesta su verdadero valor.
(1ª Corintios 3:13)
* Las obras que permanencen
"Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca,..."
1ª Corintios 3:12
Al ser creyentes, comenzamos a "edificar" sobre nuestro nuevo fundamento que es Cristo. Este versículo nos muestra "obras" que nosotros podemos usar para edificar. En ellas encontramos dos tipos:
- Materiales nobles: oro, plata, piedras preciosas
- Materiales perecederos: madera, heno, hojarasca
Esta ilustración es muy gráfica porque muestra como objetos que a priori pudieran ser valiosos, ante el fuego (el juicio) se manifiesta su verdadero valor.
(1ª Corintios 3:13)
* Las obras que permanencen
Son las obras que resisten la prueba de fuego, y que hasta esa prueba las hace llegar a ser más valiosas.
El oro, la plata y las piedras preciosas son ejemplos que materiales perdurables y mucho más valiosos después de la prueba, sea a fuego o a golpes de tallado.
Estas obras son el resultado de una obediencia fiel y leal a la voluntad del Padre, y recibirá por ello el creyente que las posea la paga por su trabajo en el Señor, como buen mayordomo de lo dado por el Padre.
* Las obras quemadas
El oro, la plata y las piedras preciosas son ejemplos que materiales perdurables y mucho más valiosos después de la prueba, sea a fuego o a golpes de tallado.
Estas obras son el resultado de una obediencia fiel y leal a la voluntad del Padre, y recibirá por ello el creyente que las posea la paga por su trabajo en el Señor, como buen mayordomo de lo dado por el Padre.
* Las obras quemadas
Son las obras que ante la prueba de fuego, no pueden resistir y son reducidas a cenizas demostrando su auténtico valor. La madera, el heno y la hojarasca son materiales perecederos, que en apariencia pueden parecer valiosos pero lo son solo temporalmente.
Estas son las obras que más me asustan, porque ¿Cuántas veces hemos hecho "cosas para Dios" que cuando sean probadas por el fuego del juicio de Dios serán quemadas?
Esto no lo pensamos así, pero meditemos en Mateo 7: 22, 23 "Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad."
¿Cuántas personas iran ante la presencia del Señor con sus manos llenos de madera, heno y hojarascas, diciendo que "han profetizado", "ha echado demonios" y "han hecho milagros", y cuando esas obras sean probadas se encontrarán que tienen las manos vacías?
Una Advertencia a meditar
Galatas 6:7,8 nos da una advertencia que muchas veces la menospreciamos: "No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna."
Si para el escritor de Hebreos es una "Horrenda expectación de jucio" la que espera a los apóstatas, creo que para el creyente que "sus obras sean quemadas" ante el juicio de Dios, le espera una Horrenda eternidad, porque el "ser salvo, aunque así como por fuego" será una paga justa que sufrirá por toda la eternidad, porque en ese momento no habrá otra oportunidad para traer más obras ante Dios.
El pensar en la vergüenza del creyente por terminar con las manos vacías ante tu Creador, Salvador, Dios y Padre, y tenerlas así por toda la eternidad, es algo tan horrendo que nos debería hacer pensar profundamente en el resultado que está teniendo nuestra vida para Dios, y en prepararnos para estar ante Dios con cosas merecedoras de recompensa, y nunca de vergüenza.
Estas son las obras que más me asustan, porque ¿Cuántas veces hemos hecho "cosas para Dios" que cuando sean probadas por el fuego del juicio de Dios serán quemadas?
Esto no lo pensamos así, pero meditemos en Mateo 7: 22, 23 "Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad."
¿Cuántas personas iran ante la presencia del Señor con sus manos llenos de madera, heno y hojarascas, diciendo que "han profetizado", "ha echado demonios" y "han hecho milagros", y cuando esas obras sean probadas se encontrarán que tienen las manos vacías?
Una Advertencia a meditar
Galatas 6:7,8 nos da una advertencia que muchas veces la menospreciamos: "No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna."
Si para el escritor de Hebreos es una "Horrenda expectación de jucio" la que espera a los apóstatas, creo que para el creyente que "sus obras sean quemadas" ante el juicio de Dios, le espera una Horrenda eternidad, porque el "ser salvo, aunque así como por fuego" será una paga justa que sufrirá por toda la eternidad, porque en ese momento no habrá otra oportunidad para traer más obras ante Dios.
El pensar en la vergüenza del creyente por terminar con las manos vacías ante tu Creador, Salvador, Dios y Padre, y tenerlas así por toda la eternidad, es algo tan horrendo que nos debería hacer pensar profundamente en el resultado que está teniendo nuestra vida para Dios, y en prepararnos para estar ante Dios con cosas merecedoras de recompensa, y nunca de vergüenza.